La Universidad creó los Centros de Atención Psicoanalítica (CAP) para brindar un servicio abierto a sus estudiantes y a toda la comunidad de San Martín. Consta de unidades específicas para adultos, niños y adolescentes y para los alumnos de la Nueva Escuela Secundaria Técnica de la Universidad.
Lugar de atención: Campus Miguelete (25 de Mayo y Francia) y Extensión Universitaria, (Peatonal Belgrano 3563), San Martín.
Para comunicarse: por mail cep@unsam.edu.ar o a través del siguiente formulario
Funciona desde el año 2011 con el objetivo de ofrecer a la población de la Universidad Nacional de San Martín en su totalidad y a la población aledaña a la misma, la posibilidad de encontrarse con un psicoanalista y tratar el malestar, el sufrimiento que se padece, por medio de la palabra.
La gran demanda de atención a niños y adolescentes del distrito de San Martín nos incitó a abrir un espacio especializado. Así nació en mayo de 2014, el CAP-Niños y Adolescentes, el cual propone tratar por la palabra las problemáticas de este periodo clave de la vida. Los niños y adolescentes llegan acompañados por sus padres o tutores. La responsable del equipo realiza las entrevistas de admisión; una vez localizado un problema a trabajar, se deriva el paciente a la analista que dará inicio al tratamiento. Asimismo, el CEP cuenta con un dispositivo en la Escuela Secundaria técnica de la UNSAM.
Surge en 2014, como un proyecto de inclusión social propulsado por acuerdos entre el Ministerio de Educación y las universidades nacionales. La propuesta pone énfasis en la formación de chicos y chicas de sectores vulnerables. Con especial atención sobre las condiciones de vida en el territorio, la escuela se caracteriza por una “pedagogía de la presencia” con tutores académicos y socioeducativos que realizan un seguimiento personalizado de sus alumnos. Es una propuesta que alcanza a chicos que viven en condiciones graves de vulnerabilidad social con dificultades para el aprendizaje y de comportamiento. “Chicos difíciles”, que han sido expulsados de otras alternativas educativas. La mayoría de ellos viven en barrios precarios que ganan terreno sobre el relleno sanitario del ceamse, el mayor basural a cielo abierto de nuestro país, ubicado en el área de la cuenca del río reconquista en José León Suárez. A la contaminación del suelo, el aire y el agua, se suma a la pobreza, la violencia y el abandono del estado dando como resultado un panorama desolador. En la escuela los chicos son atendidos y contenidos, pero hay algo que insiste, que desborda. Al poco tiempo de abrir sus puertas, la escuela, por medio de sus directivos, consulta al CEP sobre algunos casos que requieren especial atención. Creamos un dispositivo que consiste en visitar la escuela, conversar con los alumnos y los docentes, almorzar con ellos y brindar una escucha atenta. Se vuelve necesario salir del consultorio. La presencia en tanto miembro del CEP implica la posibilidad de hacer circular allí el discurso psicoanalítico y la aprehensión de un saber como el del inconsciente. Poner el cuerpo en el territorio, darle presencia al inconsciente allí donde parece sólo haber restos es también una orientación política. Solo hay que poseer palabras como requisito de un análisis. Las consultas se realizan en la Escuela en un espacio privado. Los chicos pueden acercarse a hablar espontáneamente luego de algún encuentro en el patio o los pasillos, o bien por una recomendación del equipo socioeducativo de la escuela que está atento a las particularidades de los alumnos. El acercamiento a las problemáticas territoriales nos invita a repensar las relaciones de la sociedad de consumo y el resto, junto con los efectos segregación y la violencia. Encontrar nuevos modos de legalidad que nos permitan hacer lazo es renovar la apuesta por la palabra como una salida posible.
La Cuarentena obligatoria trajo como consecuencia un incremento en el consumo de sustancias, destacándose la ingesta de alcohol y de psicofármacos como uno de los modos para paliar el aislamiento que nos impone la pandemia de COVID-19. Es por eso que hemos decidido poner en marcha el CAP-Adicciones, que debido a las mismas circunstancias operará telefónicamente. Las consultas serán enviadas al equipo de profesionales para pactar un turno con el paciente e iniciar una terapia telefónica, gratuita y de sesiones limitadas.